Como ya
anuncié en el post anterior, el martes 29 de mayo estuve en la feria del libro
de Madrid y no puedo estar más contenta y más agradecida a toda la gente que
vino a verme.
Para
los que habéis leído mis post, sabréis que el día de la presentación de mi
novela, el bebé de plata, estuvo lluvioso y gris. Y aún así, fue un día
maravilloso, en el que acudió muchísima gente. Pues bien, parece que mis actos
de presentación y eventos están destinados a estar pasados por agua.
¿Sabéis
qué? ¡Qué no importa! Porque toda la gente que me sigue y me quiere, parece
siempre estar presente allí donde voy. Y cómo no puedo acordarme de toda la
gente que asistió a mí caseta de la feria del libro, quiero dar las gracias a
dos personas en particular. A Izan, mi chiquito, que siempre, siempre está a mi
lado y a Tamara. Una chica tierna y dulce, a la que aún no tenía el placer de
conocer en persona y que vino desde un pueblecito más allá de Toledo solo para conocerme
y que le firmara mis ejemplares. Gracias a estas personas, es por lo que los
escritores seguimos haciendo lo que hacemos.
Como ya os he dicho, el día estuvo feo, lluvioso, embarrado y frío.
Como ya os he dicho, el día estuvo feo, lluvioso, embarrado y frío.
Estuve
muy bien acompañada por José, el simpático librero de la caseta de la librería
Gaztambide, que tan bien nos acogió, a los autores y a nuestras novelas. Y por
mi compañera de caseta y de editorial, Ana maría López Expósito. ¿Qué puedo
decir? Fue el primer año que asistí a la feria del libro, como autora, y estoy
deseando volver. Me quedo con unos fantásticos recuerdos y por supuesto con
todos los que vinisteis para compartir conmigo un ratito de vuestro tiempo y
esfuerzo y pasasteis frió a mi lado.
Aquí os
dejo unas fotitos de aquel día tan inolvidable para mí.
Nos
vemos pronto, además, en el próximo post os traigo algo rico, rico y nunca
mejor dicho, a mí se me hacía la boca agua.
😉😉😉😉😉😉😉😉😉😉😉😉😉😉😉😉😉